En un gesto que combina celebración e innovación, Ford eligió conmemorar sus 100 años en Australia presentando una versión inédita de su clásica pick-up mediana: la Ranger Super Duty.
Esta nueva variante no es simplemente una actualización estética o tecnológica, sino una verdadera declaración de intenciones. Con este lanzamiento, la marca del óvalo propone una reinterpretación de lo que puede y debe ser una camioneta pensada para el trabajo pesado, llevando al extremo las capacidades de la familia Ranger.
Aunque está íntimamente ligada a la línea Super Duty norteamericana, esta nueva Ranger se distancia del legado estadounidense en un punto clave: es el primer modelo Super Duty desarrollado fuera de Estados Unidos. Australia fue el centro de diseño e ingeniería, mientras que la producción en serie tendrá lugar en Tailandia, lo cual también refleja una estrategia de expansión hacia nuevos mercados.

La Ranger Super Duty tiene previsto llegar a los concesionarios de Australia, Nueva Zelanda y Tailandia a partir de 2026. No hay confirmación sobre su llegada a América Latina, pero su presencia ya marca una pauta: el segmento mediano de las pick-ups puede ir mucho más allá de lo que conocíamos.
Más que robustez: una transformación estructural
Ford no se limitó a reforzar la estética de la pick-up. Las verdaderas transformaciones están en lo profundo del vehículo. La estructura de largueros fue rediseñada con materiales más gruesos y resistentes, buscando soportar las cargas y exigencias más severas del ámbito laboral. A ello se suman ejes de alta resistencia, una suspensión especialmente reforzada y componentes exteriores rediseñados para esta configuración.
El diseño también fue pensado para diferenciarse claramente del resto de la gama. Se destacan elementos como guardabarros ensanchados, una parrilla más imponente, un nuevo capot, entradas de aire elevadas y un paragolpes que acompaña la propuesta todo terreno. El aumento del despeje del suelo, junto con neumáticos de 33 pulgadas, termina de delinear una estética tan agresiva como funcional.
Las distintas configuraciones contemplan tanto cabina simple como doble, con variantes que dejan el chasis al descubierto en la parte trasera, reforzando la idea de que se trata de una herramienta de trabajo más que de un vehículo de uso recreativo.
La mecánica también evoluciona
Bajo el capot se mantiene el motor turbodiésel V6 de 3.0 litros, ya conocido por los usuarios de la Ranger fabricada en Argentina. Sin embargo, en esta Super Duty, el propulsor fue recalibrado y acompañado por un sistema de refrigeración mejorado, pensado para un uso más intensivo. Si bien Ford no confirmó si hay un aumento en la potencia, el motor entrega habitualmente 250 CV y 600 Nm de torque, cifras que permiten un rendimiento destacado, incluso con carga pesada.

La transmisión está a la altura de las exigencias: una caja automática de diez velocidades, combinada con un sistema de tracción integral con reparto automático, reductora y bloqueo de ambos diferenciales. Este conjunto la convierte en una verdadera aliada para terrenos complejos y tareas de alta exigencia.
Uno de los detalles técnicos más llamativos es su tanque de 130 litros, superando por 50 litros a las versiones tradicionales, lo cual extiende la autonomía en contextos donde no siempre es fácil encontrar una estación de servicio.
Capacidades fuera de serie
En cuanto a cifras, la Super Duty alcanza un peso bruto de 4.500 kilogramos, lo que representa un salto significativo frente a los 3.300 kg de la Ranger nacional. Además, la capacidad de remolque también se eleva a 4.500 kg, una tonelada más que las versiones 4×4 conocidas en el mercado argentino.
Esto no solo habla de mayor capacidad de carga, sino de un reposicionamiento dentro del segmento, acercándose a lo que hasta ahora solo ofrecían modelos de tamaño grande o destinados a nichos muy específicos. Ford busca llenar un espacio que hasta ahora no tenía una respuesta concreta en el universo de las pick-ups medianas.
¿Lo que viene?
Con este lanzamiento, Ford lanza un mensaje al mercado global: las pick-ups medianas pueden reinventarse sin renunciar a la herencia que las hizo populares. La Ranger Super Duty podría marcar el inicio de una nueva categoría de vehículos de trabajo: potentes, conectados, resistentes y con un diseño pensado desde la funcionalidad.
Por ahora, queda esperar si esta apuesta se expandirá más allá de Oceanía y el sudeste asiático. Pero una cosa es segura: la vara ha subido. Y Ford lo ha hecho con una pick-up que no tiene miedo de ensuciarse las ruedas para marcar el camino.